Evitar
que un círculo entre en un rectángulo.
Texto y fotos: Salvador Perches
Galván.
Yo
amo el fútbol. Pero es un deporte injusto.
Y
creo en eso; creo en el fútbol injusto.
No
imagino un lugar en donde el resultado
se
aleje tanto del mérito como en el campo de juego.
Cancha:
sitio donde la memoria y la lealtad se pierden en una jugada.
Nadie
más violento que un aficionado insatisfecho.
Del
aplauso al desapego, en un segundo; y está bien.
Fallar
es imperdonable, no importa que sea la primera vez.
David Gaitán
El fútbol, que convoca a millones de
aficionados, es el deporte más
popular en México. Se juega en
todas sus formas y niveles, sus inicios se remontan a finales del siglo XIX. Introducido
por los británicos, se comenzó a practicar en 1901, año en que la compañía
inglesa Real del Monte, funda formalmente al Pachuca Athletic Club y un año más
tarde, se organiza la primera competencia nacional de fútbol, que dio inicio el
19 de octubre de 1902 y cuyo campeón fue Orizaba.
En 1907 el gran éxito
que obtuvo la Liga del Distrito Federal, al sólo admitir equipos residentes en
la Ciudad de México y alrededores, comenzaron a surgir otras ligas en los
estados del país.
En 1910 se funda el
Club México que en la Temporada 1912-1913 logró el campeonato de liga y tras el
inicio de la Revolución se nacionalizó, jugando solo mexicanos en su escuadra.
En 1927 se creó la
Federación Mexicana de Fútbol la cual fue aceptada por la Federación Internacional
como la máxima autoridad del fútbol mexicano. En 1930 la Selección de fútbol de
México compitió en su primer torneo internacional: la Copa Mundial de Fútbol de
1930 en Uruguay. Los de casa quedarían campeones mientras México sería
eliminado en la primera ronda.
Hasta 1950, los equipos
que participaban en la liga eran invitados por la Federación o bien solicitaban
su ingreso, no obstante la popularidad del fútbol en México y el prestigio de
la Federación Mexicana comenzó a crecer y los equipos interesados en participar
en la liga se incrementaron, por lo que tuvo que crearse la Segunda División,
cuyo campeón ascendía a la Primera ocupando el lugar del último lugar de
primera.
En 1961 la Federación
Mexicana se afilió a la CONCACAF, (Confederación
de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe) con lo que comenzó a
participar en los torneos internacionales organizados por dicha confederación.
A partir de dos hechos
reales y contundentes de la sociedad mexicana, como lo es la afición futbolera
de un altísimo porcentaje de compatriotas, también llamados “pamboleros”, y
otro con no tantos seguidores, como lo es la política, el siempre activo y muy
talentoso David Gaitán, actor, dramaturgo, traductor, adaptador, director,
productor, ha escrito El camino del
insecto, divertido y sesudo texto en donde narra episodios estelares de estas
dos actividades en paralelo, partiendo de una hipotética final de fútbol en el
aún remoto México
del año 2042. El portero de la selección mexicana se queda ciego justo antes de
intentar detener el penal más importante en la historia de su país. Casualmente,
también es año electoral y una dictadura lleva 42 años en poder y tiene que
caer. El camino del insecto es fútbol, muerte, sociedad, complot,
fanatismo, crimen y política.
Con
un prólogo fechado en 1990, en Turín, Italia y un epílogo, cuatro años más
tarde, en Noruega, la obra se narra a partir de múltiples voces, incluida la de
Diego Armando Maradona. A partir de una estructura no lineal, el joven
dramaturgo e intérprete conduce al espectador por un ir y venir en el tiempo y
el espacio, siempre con un humor ácido y refrescante.
“Yo
soy portero. Tengo las habilidades normales, esperables, a cualquier persona
que dedica veinticuatro horas del día, durante más de diez años, a evitar que
un círculo entre en un rectángulo”.
El texto deja ver una buena
investigación por parte de su autor, además de conocimiento de los dos temas
básico de los que habla, entregando frases impecables, de excelente factura, de
las cuales citamos algunas, entrecomilladas:
“Los
futbolistas, por regla, no pueden estar ciegos; y son tan malos actores que no
tienen posibilidad de engañar.
Los
delanteros son unos narcisistas compulsivos imbéciles que todo el tiempo
necesitan reafirmar su hombría; por eso buscan poner la bola justo donde ponen
el ojo. “Ya sé que saben que sabemos”, piensan.
Eventos reales cohabitan con
ficciones, por supuesto que el fatídico terremoto que azotó, el jueves 19 de
septiembre de 1985 a la Ciudad de México está presente en la obra, dirigida eficazmente
por David Jiménez Sánchez, “desde
entonces se ha dicho que quizá lo único bueno de esa experiencia fue la unión
entre desconocidos que el fenómeno suscitó. Los sobrevivientes, literalmente
movieron montañas con sus brazos”.
Acompañando al torrente de noticias
del devastador terremoto, se anuncia solo tres días después, que México sería,
al año siguiente, nuevamente sede del mundial de futbol, debido al estado de
violencia en Colombia.
“Con
la fuerza de la colectividad dominada desde cada vez más ángulos, los mexicanos
inventamos…
También
usando los brazos…
La
ola”.
Hugo Sánchez, el Abuelo Cruz, Jorge
Campos, Claudio Suárez, Alberto García Aspe, Nacho Ambriz y Ramón Ramírez,
Zague, Luis García y
Miguel Mejía Barón, aparecen, citados,
en escena.
Dos años después de aquel partido en
Monterrey, el 21 de junio de 1986, en que México perdió contra Alemania, durante
las elecciones presidenciales, sospechosamente el sistema sufrió una súbita
caída a mitad del conteo; cuando logró restablecerse, Carlos Salinas de Gortari
iba sorprendentemente liderando las votaciones.
En la hipotética ficción de la
imaginativa mente de Gaitán, 56 años después que aquel fraude, el Estadio
Azteca alberga otra final y México puede ganarla, el portero afirma: “En el penal más importante de mi vida, un
insecto negro ha decidido suspender su vuelo, posarse frente a mí y mirarme a
los ojos. No puedo ver al cobrador”.
La dictadura es un insecto que llegó
con el siglo XXI y lleva 42 años en el poder. Un tercer mundial en el año de
las elecciones más complicadas.
El
camino del insecto resulta un compendio de datos que se encabalgan en torno
al deporte favorito de los compatriotas y de la política:
1994, año electoral en nuestro país, fue
también de futbol; siendo Estados Unidos la sede. Luego de 8 años de ausencia,
México participa de nuevo.
Tres meses antes del mundial, el 23 de
marzo, Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia, fue asesinado.
El 5 de julio, México enfrentó a
Bulgaria en los octavos de final. Nunca habíamos llegado tan lejos en un
mundial fuera de casa; las esperanzas estaban por las nubes, pero se la ilusión
se quedó solo en eso. Con la derrota en la cancha, la atención nacional pasó del
fútbol, a las elecciones.
“Bastó
con que Ernesto Zedillo, el candidato suplente, clamara en nombre del caído
para que ni las mejores intenciones de Mejía Barón lograran quitar al PRI de la
dictadura partidista que desde la Revolución imperaba”.
El 1 de diciembre, Zedillo asumió, la
presidencia de la república. 1 día después arriba “el error de diciembre”, en
que el peso se devaluó de manera histórica causando, entre otras gracias, la
desaparición de la clase media nacional.
Seis años más tarde, a escasos meses
del cambio de milenio, el PRI perdería por primera vez las elecciones, dando
paso al PAN, al frente del gobierno desde hace casi doce años.
El epílogo de la obra ocurre en
Noruega en 1994. En voz de Leymah Gahr, una ciudadana de Oslo después de tener
un infarto masivo al corazón. Leymah estuvo clínicamente muerta durante casi
tres minutos.
“Estaba
en un cuarto blanco… y dentro de este
cuarto había un ave. Le digo ave aunque, supongo que si estaba dentro de una
habitación lo que estaba volando ahí conmigo era un insecto; pero si es así,
era el insecto más bello del mundo.”
David
Jiménez Sánchez, permanente disidente del espacio convencional, convierte ahora
el estrecho pasillo del trolebús en un escenario a la italiana para 16
espectadores, rompiendo con la disposición del trolebús con sus dos hileras de
asientos, siendo elemento principal, un espejo colgante de piso a techo, que
los actores mueven y que nos devuelve la mirada desde diferentes perspectivas,
de nuestra propia imagen y la de los actores, que hacen toda una amable
creación de sus personajes, apoyándose en recursos como unos dibujos, pero
sobre todo en su talento.
En un abrir y cerrar de ojos
transcurre esta refrescante experiencia teatral Afirma la crítica teatral Luz
Emilia Aguilar Zinser que “al salir de El camino del insecto recordé que
el teatro, de muchas maneras, ayuda a no perder por completo la razón y la
esperanza”. Cuánta razón tiene.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable,
aunque, como al que esto escribe, no le guste el fútbol.
El camino
del insecto. De: David Gaitán.
Dirección: David Jiménez
Sánchez.
Actuación:
David
Gaitán y Raúl Villegas.
Trolebús Escénico La Nave. Ubicado en: Sonora
y Av. México (Parque México). Col. Condesa.
Metrobus Sonoro
Funciones: Lunes 21horas, hasta el 16 de
julio
Localidades: $150 general y $100 estudiantes,
maestros e INAPAM
Cupo: 15 personas
Duración: 60 minutos
Público: Adolescentes y adultos
Reservaciones: dcarnaxa@gmail.com
Duración: 60 minutos
Público: Adolescentes y adultos
Reservaciones: dcarnaxa@gmail.com
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