Ir al contenido principal

PRISMAS BASÁLTICOS, UN OASIS DE LOS COMONDÚS

Por: Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad de Baja California Sur.

Ubicados entre San Miguel y San José de Comondú, su origen data desde hace más de 14 millones de años y considerados una maravilla natural que alberga una gran diversidad biológica en medio de una zona desértica, sin duda, estamos hablando de Los Prismas Basálticos. Su origen, fue debido al volcanismo y a los movimientos de las placas tectónicas oceánica y continental, por lo que el magma frío que emergió, creo las columnas que actualmente se pueden disfrutar junto a una mística cueva.



Estas formaciones geométricas que visten parte de la cadena montañosa de la Sierra de la Giganta, abarcan las localidades de San Miguel y San José de Comondú, dos lugares con increíbles paisajes que desfilan a lo largo de un bello manantial, palmares y sublimes árboles frutales.








Asimismo, otra de las razones por las que amamos este recorrido, es el poder practicar caminatas o ciclismo de montaña que invita a admirar paisajes impresionantes y descubrir los pueblos aledaños sudcalifornianos; recuerda que puedes contratar a un guía de turistas para que no te pierdas de ningún detalle acerca del entorno e historia.



Cabe destacar, que San José de Comondú se encuentra a tan sólo 20 minutos, lugar donde puedes visitar las pinturas rupestres, huertas y conocer el proceso de elaboración del piloncillo, dulce típico mejor conocido como “panocha de gajo”. Igualmente, en San Miguel de Comondú se puede disfrutar de la gastronomía local, visto que, las hortalizas y frutos que se cultivan son de los más buscados en todo el estado.



¡Vive, conoce y disfruta de Los Comondús, solo en Baja California Sur!


¿Cómo llegar?
Desde la ciudad de La Paz o desde Loreto, harás 3 horas y media para llegar a este fascinante destino natural.



Comentarios

Entradas populares de este blog

LA CELDA 27 O LA CELDA DE LA MUERTE

Por México Legendario. En el Estado de Durango a finales del siglo XIX  existía una antigua cárcel, que se ubicaba en lo que hoy es el centro de la capital, llamada "La Celda de la Muerte  porque todo preso que entraba en la celda 27 amanecía misteriosamente muerto. Ésta situación angustiaba a carceleros, autoridades y presos. La decisión que se tomó fue que en éste lugar se encerraran sólo a los presos peligrosos, ya que de esta manera serían doblemente castigados y a su vez serviría de lección para otros criminales. Fueron muchos muertos, motivo que generó que a éste lugar se le viera como la celda maldita. Los habitantes de Durango decían que la causa era que en las noches entraba un espectro  y tomaba a los presos para estrangularlos, otros aseguraban que el ambiente de la celda estaba envenenado y unos cuantos rezaban porque decían que la celda era visitada por el diablo. Las autoridades ofrecieron que el preso que descubriera lo que pasaba, se le daría  su libertad.

Pedro Miguel Rozo, autor de Nuestras vidas privadas

¿Qué hay detrás de las buenas intenciones? Texto y fotos: Salvador Perches Galván Escrita por el colombiano Pedro Miguel Rozo, Nuestras vidas privadas se presenta todos los lunes en el Foro Shakespeare, el montaje llega a nuestro país gracias a Sebastián Sánchez Amunátegui, quien también se encarga de la dirección.  La puesta en escena tiene una propuesta minimalista, en la que el blanco y negro predominan, la puesta en escena coloca todo su peso sobre el despliegue actoral de los actores Pablo Astiazarán, Miguel Conde, Bernardo Benítez, Leticia Cavazos, Carmen Ramos, Rodrigo Ramos y Marco Treviño. Nuestras vidas privadas muestra una historia sobre una familia de clase media alta que se ve involucrada en un escándalo sexual, por un rumor de que el padre ha intentado abusar sexualmente del hijo de una de sus empleadas, motivo por el cual toda la familia conformada por el padre cabeza de familia, la madre abnegada que se comporta como si nada pasara, el joven gay y bipo

LEYENDAS DE XOCHIMILCO - NAHUALES

Por: Pablo O. Duran EL GATO QUE SE TRANSFORMÓ EN MUJER  Platican los habitantes del centro histórico de Xochimilco que a finales del siglo XIX y principios del XX, había un gato muy latoso que no dejaba dormir a los vecinos de las chinampas, ya que el gato se pasaba dando de brincos por los tejados de las casas de esa zona. Un buen día los vecinos se organizaron para cazar al animal ya que era demasiado fastidioso. Esa noche todos los vecinos se quedaron al acecho del gato, esperaron largo rato en silencio y en cuanto el felino llegó, los vecinos empezaron la cacería por las chinampas. Cuando lograron atraparlo,   metieron al gato en un tambo grande justo a la media noche. La sorpresa se la llevaron los vecinos cuando comenzaba a despuntar el alba, clarito oyeron una voz que salía del tambo donde estaba atrapado el gato. La voz decía -¡suéltenme!, ¡por favor suéltenme! – Los vecinos atemorizados por la voz que escuchaban levantaron la tapa del tambo y su   sorpresa fue mayor cua