Si lo entiendes
es porque sabes de que estamos hablando.
Texto y fotos: Salvador Perches Galván.
“Mi madre fue violada, así que está en mi sangre. Mi
padre fue el violador, así que está en mi sangre”, seguido del relato de cómo ayudó a su madre a
anudar la cuerda para suicidarse: “Uno no sabe lo que es estar verdaderamente
solo hasta que tu madre está muerta”, relata Buster, un personaje solitario,
hijo de una asesina y de un padre violador y protagonista del unipersonal Voces
de un asesino de cara larga y sin sonrisa.
Buster, interpretado por Josejuan Meraz, co-director
de la puesta, y egresado del Centro Universitario de Teatro, creció en un
ambiente hostil y con el tiempo se convierte en asesino. Su nacimiento, la
escuela y ganar dinero siempre le resultó difícil. “La gente compra, la gente
vende” dice el personaje en el texto de Daniel de la O, galardonado con el
primer lugar del Concurso Nacional de Composición Dramática de Monólogo “Víctor
Hugo Rascón Banda 2004”, el montaje presenta a un hombre solitario, de la
calle, que encuentra en la figura de Buster Keaton una máscara para ocultar los
miedos que le atormentan y su incapacidad para relacionarse con los demás.
El personaje se basa en el actor Buster Keaton, quien
fue una estrella del cine mudo de los años 20. Al principio del proceso, sus
creadores eligieron a ese actor por el gusto de Meraz por sus películas, fue
por admiración; pero empezaron a encontrar muchas cosas del personaje en Buster
Keaton, como la soledad, ocultar sus miedos, inseguridades y la cara de piedra,
que no le permite relacionarse con la gente.
Buster, el personaje de la obra, no es una víctima
pero sí producto de la circunstancia que lo rodea y de una sociedad que lo
relega y aparta, lo que empieza a generar la soledad que padece y cada vez se
hace más arraigado.
“Quizá sea esquizofrénico, él actúa sin prejuicios
morales, ve el mundo de distinta forma, como un mundo indeterminado que
quisimos crear, no lo justifico, pero es parte de su entorno. Es la
representación de una persona de la calle que dejamos solo”, afirma Daniel de
la O.
“Nadie quiere mirarte, mirar te hace parte de lo que
miras y tener sueños es un privilegio”, expresa por su parte el actor del
espectáculo que explora la soledad, la incomunicación y la violencia a través
de la combinación estética del clown que muestra al espectador que vivir
es difícil y sin nadie a su alrededor, mucho más complicado.
Co-dirigida por Daniel de La O, la obra se escribió en
el período en el que se desarrolló la Guerra en Irak en 2004, de ahí el toque
bélico del asunto.
Una obra que habla de la violencia de una vida
difícil, sin necesidad de recurrir a la violencia en escena, con recursos
histriónicos y literarios que llevan incluso a provocar la risa o la ternura
ante situaciones extremas como el abuso físico y psicológico, la violación o el
asesinato.
En el montaje se hace una exploración a la violencia
de manera no implícita “Hace unos años es de lo que nos interesaba hablar, en
este ejercicio nos dimos cuenta que hablamos de la soledad y la incomunicación.
La soledad crea incomunicación y una animadversión entre la gente, lo que es
reciproco”, comenta Meraz.
La violencia en la puesta no se representa, sólo se
puntualiza. “No quisimos presentar la violencia explicita, es importante y
creativo hablar de ella, pero al algo que nadie la quiere ver”, enfatiza el
histrión.
Meraz, realiza un memorable trabajo histriónico que
logra mantener la atención del público al narrar detalles de la vida de este
asesino, logrando tonos ingenuos que llegan a provocar empatía con este
personaje hijo de un violador que fue asesinado por la mujer violada, pero
también absoluto rechazo ante sus atroces actos, entre estos dos sentimientos
contrapuestos, el experimentado actor logra toda una gama de matices, todos
verosímiles. El actor señala que colaboró en la creación del texto, con el
dramaturgo Daniel de la O, como un ejercicio creativo donde exploraban el tema
de la violencia, pero en el proceso decidieron agregar la técnica clown, para
evitar que el montaje fuera demasiado cruel y crudo, alejándose del tono
realista. “Al hablar de estas cosas que parecen terribles y depresivas, lo que
queremos es no alejar al público sino que pueda responder a ello, por eso
trabajamos el clown, y la gente a veces se ríe, le da ternura de repente, para
no crear esta distancia.
Sin ser una obra panfletaria, hay implícita una
crítica social y tiene que ver con el hecho de que la gente necesita culpables
para poder seguir.
De igual forma Voces de un asesino de cara larga y
sin sonrisa es una obra muy actual, donde se abordan temas como la
segregación, la individualidad, la soledad, violencia e incomunicación que
aqueja a las personas contemporáneas, por eso es importante hablar sobre estos
temas, sin provocar distanciamiento con la gente.
Daniel de la O, ofrece un texto inteligente, permeado
por un ácido humor negro y sin juicios morales, reforzado con la estética del
clown, el montaje no busca juzgar a la sociedad ni al personaje. El discurso adolece
de una posición moral, ni dar un mensaje.
La obra permite indagar en las emociones, sentimientos
e ideas de un personaje solitario que tuvo que afrontar las burlas de sus compañeros
y vecinos por su cara larga, extraña e inexpresiva, sus ojos pequeños y su culo
enorme, hasta que decide callar a uno abriéndole la cabeza de un golpe.
Las acciones se desarrollan en una atmósfera casi
onírica, atemporal, en un espacio obscuro, semivacío, con sólo 14 sillas de
color gris que simbolizan el lugar donde acontece cada una de las narraciones
de Buster, al evocar diferentes momentos de su vida, sus múltiples actividades
para ganar dinero porque, afirma, la gente siempre compra o vende algo, incluso
su cuerpo y su propia integridad.
Para Félix Arroyo, responsable de la escenografía, el
uso del escenario que se plantea es para representar un espacio abstracto. “No
hay otra manera de representar el amor o la soledad, todos lo entendemos. Los
episodios que narra el actor durante la obra como la madre, el interrogatorio,
el cura, el bosque, tienen una precisión e intención que en cada lugar del
escenario se representa o simboliza”.
El joven equipo de creativos que hacen posible este
montaje es una buena muestra de la excelente salud de que goza nuestro quehacer
escénico: Jorge Valdivia, director adjunto; Félix Arrollo, diseño de
escenografía e iluminación; Pablo Chemor, música original; y Jesús Díaz,
asesoría clown.
Meraz señala que Voces de un asesino de cara larga y sin sonrisa es una historia
que se puede tomar literal o metafóricamente: “Trabajamos la metáfora del amor,
en el sentido que uno daña a las personas que más ama, puede matar el amor de
pareja con las acciones, también podemos ver esa parte del amor que puede
llegar a matar por acciones, hay muchas visiones desde las cuales se puede ver
la obra”.
Daniel de la O, egresado de la maestría en Creación
Literaria de Casa Lamm, comentó que la obra intenta ser un chiste de humor
negro. “Si lo entiendes es porque sabes de que estamos hablando, ya tenemos
adentro esa capacidad de entender”.
El teatro es de
todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable.
Voces de un
Asesino de Cara Larga y sin Sonrisa. De: Daniel de la O.
Dirección:
Josejuan Meraz y Daniel de la O
Actuación:
Josejuan Meraz
Foro La Gruta Helénico. .Av. Revolución 1500, Colonia
Guadalupe Inn. Metro Barranca del Muerto
Funciones:
Martes 20:30 horas hasta el 11 de septiembre.
Localidades:
$180
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