Es uno de los siete pecados capitales.
Texto y fotos: Salvador
Perches Galván.
Según la
Iglesia católica la ira es uno de los siete pecados capitales del ser humano.
Puede ser ira contra los demás, plasmada mediante el asesinato, o ira contra
uno mismo, ejecutada mediante el suicidio. De ambas formas es condenada por el
catolicismo, ya que el castigo ha de dejarse en manos de Dios.
En la Divina
comedia de Dante Alighieri ambas formas ocupan el séptimo círculo del
infierno, vigilado por el Minotauro y dividido por tres círculos llenos de
piedra y rodeados por un gran río de sangre. A partir de este espacio cada
círculo empieza a tener divisiones que albergan una pena en particular, por
ejemplo los espíritus malditos, que están divididos en tres: los violentos, los
injuriosos y los usureros.
Primer
recinto del séptimo círculo: Los violentos. Su suplicio: el Minotauro. El
centauro Neso pasa a Dante a través del Flegetón.
Segundo
recinto del séptimo círculo: Los violentos contra sí mismos: los suicidas, los
disipadores.
Tercer
recinto del séptimo círculo: Los violentos contra Dios, contra la naturaleza y
contra la Sociedad. En el Purgatorio ocupan la tercera repisa.
A finales
del siglo XIX, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, argumentó que los
individuos nacen con un innato sentido del amor, pero que la ira y la
hostilidad llegan cuando la necesidad de amor no es satisfecha o es frustrada.
Un siglo después, este punto de vista fue criticado por la Sociedad Psicológica
Estadounidense y por la Asociación Antropológica Estadounidense. Esta última
concluyó, en 1988, que el ser humano no está genéticamente predispuesto a la
ira ni a la violencia, y que la violencia no puede ser científicamente relacionada
con el proceso natural de evolución.
Esa es una forma de ira, otra lo es la IRA, Irish
Republican Army, a ambas hace alusión Javier Malpica en su obra IRA, suave lluvia para heraldos negros
puesta en escena por David Psalmón para la compañía TeatroSinParedes.
Fundada en 2001 en la
ciudad de México, TeatroSinParedes se ha convertido en una sólida referencia de
la creación teatral en México. TSP es un colectivo de artistas
multidisciplinarios involucrados en una dinámica de creación y producción
constante de bienes culturales profundamente vinculados con la sociedad
mexicana contemporánea.
TSP se caracteriza tanto
por la pertinencia de la elección de sus temas, como por su apuesta por una
estética propia en la que los lenguajes y los géneros se entrelazan, siempre
con el objetivo de proponer un panorama del México y del mundo contemporáneos.
IRA,
suave lluvia para heraldos negros, se conforma de dos historias que se entremezclan. En
la primera, Jane Winter, hija de un político británico
fallecido en 1985 en un bombardeo de IRA, al cual sobrevivió milagrosamente la
primer ministro Margaret Thatcher, años después de la masacre, Jane decide buscar
al asesino identificado como Patrick Magee, no para vengarse sino para acabar
con el odio y los fantasmas que la atormentan y buscar así un encuentro
positivo. Patrick Magee, condenado ocho veces a cadena perpetua, fue liberado
en 1999 y más tarde junto con Jo Berry creó la fundación Construyendo puentes hacia la paz, con la que desde hace 10 años
recorren el mundo.
Paralelamente, en Estados
Unidos, Rebeca y Henry Rivera enfrentan la desaparición de su hijo Dylan, que
se ha dado en un momento de gran tensión familiar. La pareja deberá enfrentar
el hecho de que el odio, la intolerancia, la homofobia, la incomprensión y el
rencor sean las posibles causas de esta desaparición.
Inspirado en dos hechos
reales (la historia de Jo Berry y Patrick Magee, y el caso de la desaparición
de Michelle Whitacker), IRA, suave lluvia para heraldos negros
es un claroscuro sobre el odio y el perdón a través de dos historias paralelas,
opuestas en todo sentido. Frente a la excepcional experiencia de Pat y Jo, la
historia de los Rivera constituye un contrapunto proveniente de nuestra banal
cotidianidad. Mientras dos extraños muestran que las grandes tragedias pueden
solucionarse mediante el diálogo, pequeños dramas cotidianos nos siguen
destrozando. Pat y Jo son dos desconocidos que debieron ser enemigos pero eligieron
la vía de la reconciliación. Que mejor modo de dar énfasis a esta postura que a
través de dos conocidos que, debiendo amarse, escogen el camino del odio.
Rebeca y Robert esperan a
su hijo Iván en un hotel, en el momento en que Jane e Ewan se preparan para dar
una plática sobre su experiencia
Una
historia que permite vislumbrar esperanza en el porvenir de la humanidad y
demuestra que es posible construir la paz sobre las ruinas de la desolación.
¿Cómo no subrayar cuán
sorprendente y excepcional es la historia de Jo Berry y Patrick Magee, en un
mundo regido por tanta violencia y rencores acumulados? ¿Cómo se pueden
relacionar la víctima y el asesino? ¿Pueden mirarse a la cara? ¿Pueden
comprenderse las razones que conducen a un individuo a tomar las armas? ¿Pueden
superarse el dolor y el instinto de venganza para construir entre todos una
nueva sociedad?
Decía William Shakespeare
que el perdón es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.
IRA,
suave lluvia para heraldos, es una reflexión sobre nuestros
propios odios y nuestros caminos hacia el perdón, es la propuesta que se
presenta en el Teatro Helénico, luego de su estreno en el teatro El Granero
Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.
IRA,
suave lluvia para heraldos cuenta con música original al
estilo irlandés de Daniel Hidalgo y Alex Daniels y con una escenografía creada
por de Aura Gómez Arreola y Ana Patricia Yáñez. La puesta en escena también
cuenta con recursos audiovisuales a cargo de Daniel Ruiz, con la proyección de
imágenes, pequeños videos y frases.
¿Puede una persona
perdonar al asesino de su padre? ¿Cabe la reconciliación? ¿Cómo se construye?.
IRA. Suave lluvia para heraldos negros, incendia
el escenario para indagar qué ocurre después de la explosión de una bomba, real
o simbólica.
Las alternativas solo son:
el odio o el perdón. La más común es la primera, por todo lo que se destruye,
la segunda es excepcional.
Aunque los puntos de
partida son verídicos, el dramaturgo recrea las situaciones porque es una
creación artística, hay elementos documentales, pero no es una obra documental,
partiendo de dos casos reales Javier Malpica construye una ficción.
“Cuando una propuesta es universal y no
localista nos toca profundamente en los cuatro rincones del planeta. No hay en
la obra una referencia directa a lo que sucede en México, pero está claro que
para la situación histórica que vive el País la obra nos ofrece un espejo, un
reflejo muy fuerte. ¿Qué vamos a hacer con tanto niño sicario? ¿que vamos a
hacer con tanta juventud involucrada en el narco? ¿la arrestamos y encerramos
por el resto de su vida, la matamos, o creemos que siempre se puede construir
un camino hacia la reconciliación ? ¿Es posible encontrar otros métodos que no
sean los del castigo tradicional? ¿Es posible?, son cuestionamientos que da IRA,
suave lluvia para heraldos, no da respuestas,
y la reflexión queda en cada espectador.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Recomendable.
IRA Suave Lluvia Para Heraldos Negros,
de Javier Malpica
Dirección:
David Psalmon.
Actuación: Norma
Angélica, Hernán Mendoza / Fermín
Martínez, Víctor Sánchez Maraña, David
Hevia, Beatriz Luna y Sergio Ramos. Alterna Lucero Trejo
Teatro Helénico. Av. Revolución
1500 Col. Guadalupe Inn México D.F. Metro Barranca del Muerto.
Funciones: Miércoles 20:30 horas
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